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El Hombre – Arturo Forriol

Arturo Forriol - El HombreNací en el año 1941.

Toda mi vida he pintado, pero más que coger los pinceles, o sea pintar físicamente, que lo he hecho durante cincuenta años, siempre he pensado cómo en un espacio concentrar una emoción.

Tengo una trayectoria como muchos. Exposiciones, premios, amigos importantes en el mundo del arte, he creado galerías de arte, pertenecido a grupos de pintores… o sea, todo lo que contarlo pertenece a la vanidad y de eso siempre he querido desprenderme.

El orgullo, el aplauso, el piropo, siempre lo he considerado poco sincero y en muchas ocasiones producto de las buenas maneras, o sea, buena educación, que tampoco está mal.

Nací en un momento delicado para ser artista, en una sociedad frenada a la innovación, a la libertad de expresión. Pero tampoco quiero ser héroe en nada, mi vida ha transcurrido saltando vallas de prohibición que superé con libertad, con acciones personales, información foránea, viajes y amigos con intereses estéticos de avanzados criterios del arte de mi tiempo.

Como he dicho, siempre pinté, desde los diez años tuve buenos maestros, pero insisto, mi mundo, mi tiempo, en el cine, paseando, siempre, han sido como una imagen (real o soñada) de la que se podía crear un espacio estético, una emoción y algo de mí.

Existe en mi vida un vacío de presencia en ambientes de artistas, pero no de crear sobre distintos materiales una obra que he almacenado en grandes cantidades, porque 50 años dan para mucho almacén. Ya en 2000 empecé a remover la obra almacenada, clasificándola, ordenándola, retocarla y montarla y empecé a influenciarme con el grafiti, el arte callejero, el collage, el batiburrillo.

Hacer bello lo feo, intentar que lo que se encuentra en el suelo tenga interés, el rasgo, lo roto, lo aprisionado, la fuerza y el esfuerzo, los materiales inservibles podían ser transformados en equilibrio, en estética clásica, color y sobre todo emoción.

La obra que presento en esta página web es todo eso y la forma de exponerla está justificada por experiencia personal, pues al visitar galerías en días normales siempre estás sólo en un silencio soso, pidiendo permiso para entrar, en fin, como si fuera un templo al cual, después de la inauguración y de engullir los canapés, podrían cerrar.

Sin embargo, cuando enseño mi obra en la pantalla de mi cámara fotográfica, tomando café con amigos o compañeros de tertulia, veo cómo pasa de mano en mano, cómo la valoran y con qué interés que incluso en ocasiones me compran. Les recuerdo que tengo amigos con buena educación, pero repito que, cuando me compran, lo considero el mejor aplauso.

La web es mi forma de abrir mi obra al mundo, prescindiendo de colgar cuadros y de toda la mecánica que conlleva el mercado del arte.

En esta exposición observarán técnicas, estilos dispares que ahora y producto de mi arqueología en mi almacén personal y de materiales archivados, física e intelectual.

Los tamaños van de 60 x 60 cm., 52 x 40 cm., 40 x 30 cm. y más pequeños, también los hay más grandes, todos tienen una fecha final 2016.

Agradeciendo los comunicados que les sugiera mi página web, sólo justifico esta aventura en la idea que la aventura de la creación sólo está justificada en manos del espectador, en la intimidad de su casa y su venta repito es el mejor aplauso.

Los precios, no es lo más literario, pero necesario y van 60€ las esculturas a 75€, 100€ y 150€ según tamaño los cuadros, también los tótem o columnas, que son 350€.

Espero sus comentarios a mi obra. Se lo agradeceré, compren o no .

Arturo Forriol.